Existen diferentes tratamientos para la alopecia androgénica. Entre ellos podemos encontrar como primera opción el Minoxidil y el Finasteride (sustancias activas). También tenemos como alternativa los antiandrógenos, nutrientes capilares, repoblación de pelo, microinjertos y megasesiones.
Hoy nos centraremos en el uso de los dos primeros ya que se tratan de los más habituales como tratamiento para la alopecia androgénica y ambos pueden detener la alopecia androgénica hasta en un 90% de los hombres, e incluso en un 50% el pelo se vuelve más denso.
Minoxidil
Fue el primer tratamiento eficaz que se conoció para la alopecia androgénica. No necesita receta y se presenta como solución que se aplica sobre el propio cuero cabelludo (tratamiento tópico).
Cómo funciona
Aunque en comprimido se trata de un fármaco contra la hipertensión arterial, se ha comprobado en estudios que aplicado sobre el cuero cabelludo con una concentración del 5%, producía un aumento en la densidad del pelo de un 30%. Para el caso de mujeres su concentración debe ser del 2% ya que parece ser más efectiva que en el caso de los hombres. Aún así, no se conoce exactamente su mecanismo de acción molecular, pero sí se sospecha que el minoxidil estimula las raíces capilares.
Efectos secundarios
Podemos encontrar picor y enrojecimiento del cuero cabelludo en los hombres mientras que en las mujeres podemos encontrar eritema, quemazón, foliculitis e incluso hipertricosis en cara y brazos, aunque esta última desaparece al suspenderse el tratamiento.
Finasteride
Es un fármaco más reciente que el minoxidil. Se presenta en comprimidos y evita la miniaturización del pelo. Sí necesita receta médica y tanto niños como mujeres no deben tomarlo, aunque hay discrepancias en el caso de las mujeres. Tampoco debe administrarse en casos de insuficiencia hepática.
Cómo funciona
Este tratamiento impide que la testosterona se transforme en dihidrotestosterona (DHT), ya que esta es la culpable de la alopecia androgénica en los hombres. El finasteride consigue reducir el nivel de DHT en sangre hasta en un 70%, provocando así un aumento del número de cabellos, volviéndose más denso en las zonas donde se presentaba la calvicie e incluso deteniendo la caída del cabello. En caso de cesar el tratamiento, la alopecia androgénica vuelve a progresar.
Efectos secundarios
En raras ocasiones puede disminuir temporalmente la potencia sexual, recuperándose al suspender el tratamiento. También, en pocas ocasiones, puede presentarse ginecomastia (crecimiento de la glándula mamaria masculina).
Si te ha gustado el artículo, no olvides valorarlo y compartirlo más abajo. ?